lunes, 1 de febrero de 2010

Sobre Dolores de cabeza: Nuestro sistema de Educación


"A qué horas estudian estos muchachos?", me suelo preguntar en ocasiones, cuando me fijo que bandadas de alumnos andan "paseando" por las calles a cualquier hora del día . A las nueve y media, diez y once de la mañana los veo en Centros Comerciales mirando vitrinas, o comprando fruta o dulces en las ventas callejeras. He conocido otro niños que casi nunca van a la escuela, y al preguntarles porque, me dicen que "están de vacaciones"... Vacaciones en febrero? He conocido también algún maestro que tiene 2 trabajos, porque su horario en la escuela "se lo permite"(Y porque su bajo salario se lo exige). No dejo de pensar en lo mal que está nuestra sistema de educación , en lo poco que podrán aprender estos niños. Qué tanto pueden aprender, si sus "institutos" los pasan despachando a cada rato, sacándolos de clase a las 10 y media de la mañana o inventándose todo tipo de vacación y feriados... Nadie puede aprender con tan poco tiempo de estudio, nadie aprende con tanto asueto, con la displicencia de los docentes, nadie aprende así. Nuestros niños no reciben la educación que merecen y a mi, me dan dolores de cabeza.

El estado esta obligado a proveer educación para toda la población. Y proveer educación requiere de muchas cosas: tener instalaciones adecuadas de estudio, maestros bien pagados, un programa académico efectivo, congruente, laico, e incluyente. La educación no debe ser politizada, nunca. Los niños deben recibir educación, no adoctrinamiento.Además y como sabiamente decía Cantinflas, un niño no puede estudiar con el estómago vacío. Las escuelas deben tener un plan de desayunos, para garantizar que los estudiantes estén nutridos.

Pero la labor del estado no debe remitirse a "poveer" una serie de demandas necesarias para el estudio efectivo. El estado está obligado, asimismo , a monitorear las actividades de los centros escolares. Evaluar el rendimiento de sus docentes con el propósito de garantizar la mejor educacion siempre. El nivel de educación de los estudiantes va de la mano con el rendimiento de sus docentes, la efectividad del plan de educación y la diligencia con la que es ejecutado. El estado debe saber diagnosticar todas las fallas en el sistema para hacer los ajustes necesarios.

Pero tampoco sería justo si le tiramos toda la carga al estado. Hay que reconocer que hasta el mejor plan puede fallar si no esta todo el equipo en sintonía. Con esto me refiero que también hay que demandar de maestros y demás docentes el trabajar con honestidad, ética y profesionalismo, con el propósito de garantizar la formación de los estudiantes. Los profesores, docentes, directores, todos tienen su dosis de responsabilidad en el nivel de educación producido. En todo trabajo, se debe trabajar con ética, muchas veces eso es lo que nos falta para que las cosas sucedan de mejor manera. El maestro no debe llegar a su lugar de trabajo, con tedio, sin interés. Más bien debe entender que cada clase que imparte es necesaria para la instrucción y aprendizaje de las nuevas generaciones. No hay nada peor que ver a un maestro despreocupado, sin motivaciones, a quien realmente no le importa si sus estudiantes aprenden o no. De nada serviría tener un buen plan si existen un puñado de maestros así, quienes facilmente pudieran echarlo todo a perder. O directores de centros escolares quienes no se preocupan por la disciplina, por elevar los estándares de calidad en educación. Directores desinteresados, que autorizan las largas y constantes vacaciones, tambien son un atentado contrael aprendizaje. Esto es muy peligroso, hay que procurar que tanto maestro como director este bien remonerado, incentivado y continuamente capacitado para que ejecute bien su labor. Hay que estar pendiente de todas estás situaciones.

La mediocridad en educación, habrá que decirlo, no es una exclusividad de las escuelas publicas. Lamentable e imperdonable el hecho que muchísimas instituciones privadas muestran terribles falencias en sus programas educativos. Cuantas escuelas no se centran en el cobro de matricula, en el cobro de esto y lo otro. Entiendo que una institución privada se maneja como un negocio, lo entiendo de verdad. Pero en ese proceso no se debe perder su razón de ser, la cual es, brindar formación adecuada. Son muchos los colegios "famosos" por aceptar a los aplazados, a los expulsados , a los que nadie quiere. A todos aceptan gustosamente mientras les paguen el bono, la matricula, la mensualidad. Con esto no digo que los expulsados se tienen que quedar sin enseñanza, por supuesto que hay que incluirlos, pero ajustados a métodos y disciplinas competentes. Pero cuando una institucion de este tipo comienza a ver a cada estudiante como un "cliente" o como una "mensualidad", pues hombre, en ese momento deja de ser una escuela y simplemente debe ser definida como una empresa. Desde el momento que cobran por un servicio, las instituciones privadas deben centrarse en proveer el servicio por la que se les paga: la educación. Hay que centrarse en los niveles de educación, en la disciplina, en los programas académicos efectivos, en la excelencia, hay que buscar siempre la excelencia.

No es ningún secreto establecer que los países con mayor desarrollo y mejor nivel de vida gozan asimismo de un buen sistema de educación. Si los colegios no educan bien a nuestros niños, no podemos aspirar a que se conviertan en grandes profesionales. No podemos tener un país mejor en veinte años si en estos momentos nuestros muchachos no estan recibiendo la instrucción adecuada. Los niveles de educacion salen reprobados en las evaluaciones siempre y esto no puede seguir así. Hay que hacer algo al respecto y hay que comenzar ahora. Gobierno, docentes, propietarios de colegios, padres de familia, todos. Todos debemos exigir mejor educacion, y todos debemos aportar para que esta suceda. Roma no se construyó en un día. Pero se construyó bien, porque se tenía un plan y se siguió rigurosamente . No podemos hacer un plan de educación congruente? No podemos construir algo mejor para la juventud? Claro que se puede. Hay que construirlo, desde hoy. No lo tendremos listo en un día, pero si hacemos bien las cosas no hay escusas a futuro. Ojala podamos, porque ya no quiero seguir sufriendo de estos dolores de cabeza.


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